Baños de lujo, Hummers, helicoptéros: caprichos políticos
Toallas finísimas, aeronaves para uso personal, camionetones... Son algunos de los caprichos que los políticos se dan, aunque sean tiempos de crisis económica
Carolina García
El Universal
Ciudad de México Sábado 04 de abril de 2009
00:45 Baños de lujo, toallas finísimas, helicópteros para uso personal, Hummers... Son algunos de los caprichos que los políticos se dan, aunque sean tiempos de crisis económica.
La reciente revelación del baño personal del alcalde de León, Vicente Guerrero Reynoso, quien gastó 388 mil 85 pesos en la construcción de un baño iluminado, anexo a su despacho, recuerda otros casos de derroche.
Y para iluminar el baño, la presidencia pagó la cantidad de 75 mil 632 pesos a la empresa Tecnolux Iluminación y Equipos SA de CV, bajo el contrato SE 51080, de acuerdo con la información que se difunde en el portal de transparencia del municipio.
En 2001, el entonces gobernador de Morelos, Sergio Estrada Cagijal -ahora, peleado con el PAN, su partido-comrpó una aeronave para pasear con sus novias. El "helicóptero del amor".
De acuerdo con sus datos, el helicóptero costó casi 8 millones de pesos, aunque la factura 1638 de la empresa Helivan (Helicópteros y Vehículos Aéreos Nacionales S.A. de C.V.), expedida a favor del gobierno del estado, cita un enganche de 230 mil dólares.
¿Quién no recuerda el famoso toallagate? El escándalo de los enseres domésticos de Los Pinos durante el foxiato. Una investigación periodística reveló que las toallas de la ex pareja presidencial costaron más de cuatro mil pesos.
Sin embargo, la presidencia aseguró en su momento que el precio fue de 389 pesos. Supuestamente se compraron 87 toallas de diversos tamaños para la familia Fox, por un total de 33 mil 886 pesos.
También dijo que para las dos cabañas que habitan el presidente Fox y su hija Ana Cristina con un total de cinco recámaras se compraron 18 juegos de sábanas, con valor de 38 mil 700 pesos, lo que significa que cada juego tiene un costo de 2 mil 150 pesos.
En 2005, el ex jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, estuvo en la mira pública por su traje Hugo Boss y el reloj Tiffani que portaba. El lujoso accesorio que le daba el tiempo al perredista fue incluso, objeto de dimes y diretes con el actual presidente, Felipe Calderón.
En ese entonces, el aspirante a la candidatura presidencial del PAN, Felipe Calderón, pretendió comprarle su reloj al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, en 10 mil pesos.
Sin embargo, le fue devuelto el cheque al panista, junto con una carta de la jefatura de Gobierno para aclararle que el reloj no está en venta.
López Obrador reconoció el 10 de mayo de 2005 que el ex secretario de Obras, César Buenrostro, y su familia le obsequiaron un reloj marca Tiffany, cuyo valor exacto nunca aclaró, pero que estimó en no más de 10 mil pesos, y negó que su costo sea de 80 mil pesos.
Y de los vehículos ni hablar... las Hummers de Elba, el jeep de Fox, y los autos lujosos del delegado de Cuauhtémoc son una canción aparte.
Sin aparecer el la lista patrimonial de los Fox, un jeep rojo en el que paseaban los esposos Vicente y Marta una vez terminado el sexenio fue objeto de investigación, incluso del Estado Mayor Presidencial.
Primero, el ex presidente dijo que el vehículo era prestado, luego que era un regalo y al final se supo que fue comprado por el empresario Luis Miguel Moreno Vélez, quien buscaba convertirse en proveedor de la fundación Vamos México.
Luego vino el delegado de Cuauhtémoc, José Luis Muñoz Soria, quien tenía un BMW que puede alcanzar un precio de 57 mil 900 dólares; además de un Jeep Wrangler 4x4 y una camioneta Mazda CX-7 que en conjunto superan el medio millón de pesos.
"Si gano 79 mil pesos, en cinco meses me compro mis coches, ¿Tú crees que no me alcanza?", dijo, ufano, el político.
Y finalmente Elba Esther Gordillo, quien en octubre de 2008, regaló a los líderes del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) Hummers con un valor superior a los 350 mil pesos.
Aunque finalmente salió con el chiste de que era n para una rifa. La rifa aún no se hace y los camionetones ahí siguen, como uno más de los caprichos y derroches de los políticos.
cgb
Que si lo valen? Valen su peso en pepitas. La política en nuestro país desgraciadamente es de los ejemplos más tristes del México de siempre.
ResponderBorrarSaludos!